La iluminación de oficinas debe crear un entorno de trabajo de alta calidad orientado al confort visual, y al mismo tiempo satisfacer los más exigentes requisitos en cuanto a una eficiencia energética respetuosa con los recursos. La base para ello la constituye el confort visual eficiente (EVC): una estrategia que permite combinar perfectamente conceptos de planificación sostenibles con tecnologías de producto innovadoras.
Cinco características de calidad que hemos formulado:
El hecho de que la iluminación de oficinas actual sitúe en el centro a los empleados con sus tareas específicas y necesidades individuales requiere un nuevo concepto de diseño de iluminación cualitativo. Esto requiere una zonificación del espacio mediante una iluminación bien apantallada, orientada selectivamente a ámbitos de tareas concretos. Al mismo tiempo, de este modo se satisfacen todos los requisitos de eficiencia energética.
Las superficies verticales representan el 80% de la percepción espacial del ser humano, y por consiguiente determinan nuestra sensación de luminosidad. En el entorno del puesto de trabajo de oficina, la iluminación vertical aumenta sustancialmente el confort visual, al compensar los contrastes entre el monitor retroiluminado y el entorno visual y prevenir así la fatiga ocular. En las zonas representativas de un edificio de oficinas crea una sensación espacial acogedora y generosa.
Para posibilitar una iluminación zonificada se requieren sistemas ópticos precisos y de alto rendimiento. Para iluminar tan solo las superficies que la persona necesita para la percepción, se utilizan distribuciones luminosas especializadas dentro de una familia de luminarias. De este modo, los proyectistas pueden escoger entre hasta cinco distribuciones luminosas distintas, incluso en el caso de las luminarias empotrables en el techo. Así se logra alcanzar una iluminación efectiva y eficiente.
Con equipos auxiliares, Chase ofrece interfaces para diversas tecnologías de control. En la oficina, esto permite el uso de detectores de presencia para regular o apagar la luz en espacios no utilizados. Es posible integrar interruptores crepusculares o sensores de luz diurna para activar escenas luminosas en función de la luz diurna disponible.
Para la iluminación de oficinas se requiere una calidad de luz uniforme, perfecta y sin deslumbramientos, y un mantenimiento del flujo luminoso por encima del estándar del mercado para maximizar la vida útil. El bienestar no es fruto únicamente de un interior acogedor y ergonómico. Un factor menos obvio, pero igualmente relevante, lo constituye la luz: un alto grado de confort visual, así como una distribución de la luminosidad en el espacio acorde a la actividad, se traducen en una elevada calidad visual y una buena orientación espacial, que a su vez permiten trabajar de forma concentrada y productiva.